Querido amigo,
entrañable referente,
compañero de viaje...
Te prometí seguir escribiendo...
y apenas lo cumplí hasta hace poco.
Ya sabes
que ni me excuso ni me lamento.
Sé que lo entiendes
o así quiero creerlo.
El amor, las mujeres y la vida...
pues en este momento
corazón coraza
igual pero distinto...
¿Sabes? Pese a todo,
sigo sin leer a Schopenhauer...
y creo que nunca lo haré,
perdón por la pereza.
Sin embargo en el porvenir de mi pasado
me he vuelto a encontrar la primavera
con una esquina rota...
pero no te preocupes,
entre insomnios
y duermevelas
encontraré mi tregua.
Estoy contento pese a todo.
Ya te contaré más despacio
removiendo la borra del café.
La pequeña bien,
con su niñez a cuestas.
Con todo lo que siempre te he de agradecer.
Sinceramente tuyo.
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