Un cuadernillo que poder ir emborronando
con la transparencia como mayor defecto
poético y personal del presente imperfecto...
de un futuro con pan duro para ir tirando
miguitas para no olvidar el camino de regreso
si es que me pierdo en este sinuoso trayecto
donde sé lo que no debo hacer, lo incorrecto
del verso del "qué te diera por un beso".
No hay aguas tan cristalinas como se sueñan
ni bosques frondosos que cobijen al verbo ser
cuando sus duendes de tu alma se adueñan.
Vencido el insomnio, el delirio, la confusión,
queda el jardín de lo que nunca ha pasado,
la flor imperfecta y hermosa de tu ensoñación.
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