Me vuelven a acusar, todo tipo de cargos,
menos mal que la gente me conoce un poco
y me llaman para avisarme de la ida de coco,
pero aunque no quiera, momentos amargos.
Hoy que por fin había tenido un buen día...
resulta que ahora tengo afán de protagonismo...
justo cuando opto por el silencio... da lo mismo,
está claro que soy culpable de mi alegría.
Estoy tan cansado de la misma historia...
renuncio a tomar el café, que le cunda,
no reprocharé lo que guarda mi memoria...
Prefiero la soledad a un alma iracunda,
si quiere su espacio sin mí, tiene su victoria,
yo me aíslo laboralmente de forma rotunda.
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