Necesitaba refugiarme
y abrazar la soledad,
llorar en silencio,
relamer mis miserias,pero María
con el café,
su compañía, su lectura,
con su mensaje
especial, como ella...
y Ramón
haciendo sonar un móvil
que alegra
el aperitivo sabatino
con su cariño...
como Laurita
que ayer y esta tarde
se preocupa
y transmite la sonrisa
y sabe abrazarme...
y además Javier
emocionándome
con su recuerdo
y sus bellas palabras
tan valiosas para mí...
el caso es que resulta
imposible escapar de ellos,
de su encanto, su bondad,
de lo que significan para mí,
de lo que son.
María, Ramón, Laurita, Javier
son motivos suficientes
para estar bien.
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