se emprende de nuevo el camino de regreso
a las cosas claras y al chocolate espeso,
a la rutina pasada que pretendemos superar.
Estuve en Oviedo, y disfruté a González,
en Bilbao aprendí más de Blas de Otero,
y en el Madrid del tanto tienes tanto vales,
me quedé sin lectura, sin versos y sin dinero.
Pero reencontré viejos amigos y sus abrazos,
y abundaron las alegrías (sin faltar mazazos)
cuando me entregué a la calma y al sosiego.
Y después de tanto ir y venir ¡qué trasiego!
urge emprender acciones, tomar medidas...
y abundaron las alegrías (sin faltar mazazos)
cuando me entregué a la calma y al sosiego.
Y después de tanto ir y venir ¡qué trasiego!
urge emprender acciones, tomar medidas...
si me das lo que doy, te daré lo que pidas.
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