Pedro G. - Maldita jornada de reflexión

Sin nada que decir ni que mostrar,
recojo barajas de ases sin comodines
y resuelvo mis dudas en sanedrines
de sabios que me enseñan a soñar.


Confieso mi recuperada estabilidad
a todos aquellos que me lo preguntan,
aunque desconozco lo que barruntan 
los designios caprichosos del azar.


Y puestos a delirar, pues reflexiono,
y me veo de cómplice por omisión,
pero el sólito delito me perdono.


Además, ya pequé en otra ocasión
y al recordar pasados me decepciono...
maldita jornada de reflexión.





2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hacía mucho que no nos deleitabas con uno de tus poemas, pero habrá que analizarlo con detalle

Sabine Detti dijo...

Muchas gracias ;-)

Procuraré no demorar la próxima.